agito las palabras buscando un hilo del que tirar. desenredar el ovillo de imágenes, sensaciones, emociones que se agolpan enredadas, sobre el teclado, bajo las yemas de los dedos - no siempre es sencillo el viaje de las palabras a este lado de la consciencia- sin resistencia hoy al reflejo a veces gris del otro lado del espejo.
incapaz de relatar(me) uno sólo de estos últimos días empiezo a imaginar un registro con el que contarme la(s) historia(s): papeles de colores abandonados bajo la almohada, junto a la botella de leche, en el interior de un zapato -¿cuántos sonidos, cuáles, matizan las olas de grises?- gris océnao. espuma de gris. grises y blancos. y verdes, y naranjas, y azules. [lunes: verde-mar-dehierba. martes: amarillo-artificial y cálido blanco. miércoles: azul-lluvia-deinvierno. jueves: gris-marchito. viernes: melodía anaranjada]
blanco. en algún lugar del norte un idioma desconocido transforma los matices de la nieve en sonidos -si estuvieras aquí pondríamos nombre a todo los verdes, como inuits ante el inmenso blanco. palabras de hace años que apenas reconozco ya como mías- gris y las olas de virginia woolf en la memoria. todos los colores me hacían feliz, incluso el gris. pájaros de barro.