se acerca delicadamente, con suaves movimientos, casi pájaro.
los rayos de sol se entretienen en calentarnos, haciendo brillar su espalda, destellando agua.
el océano, a veces amenazador y casi siempre inquietante, se torna placenteramente acogedor, incapaz de contener peligro alguno, y hasta adquiere una textura distinta. y se entibia.
mi ojos no pueden ya despegarse de su figura y en medio del silencio -aunque no he dejado de hacerlo, que extraño, no escucho la voz monótona de mi respiración- pareciera que fueran a sonar sus latidos.
durante algunos metros mi cuerpo y el suyo, tan distintos, adquieren un mismo ritmo. sincronía equilibrista. ritmo de mar quieto.
y entonces, vuelo.
24.4.07
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4 comentarios:
qué bonito. guarda esas imágenes en tu memoria emocional para recuperarlas en los malos momentos.
un beso
*** suspiros***
por unos instantes yo también he nadado a su lado.
gracias pepita.
gracias por la terapia gratuita sirenita ; ). lo del optimismo inteligente me funciona a ratos, a otros ratos me funciona la contención del pesimismo. : )
***sonrisas*** aylén
hola elena!! te encantarían las tortugas marinas. estoy segura que te inspirarían hermosos dibujos e imágenes.
besossssss
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